La profunda crisis que afecta a la carrera de Restauración tiene tanto que ver con cuestiones de herramientas y espacios físicos como con lo académico. En función de eso, cabe preguntarse cómo es que se debe encarar un Plan de Estudios.
A partir de allí, encontramos en las distintas discusiones con estudiantes y docentes la cuestión sobre si la Carrera está contemplando las tendencias actuales del mundo de la Conservación y la Restauración.
Siendo que existen distintas corrientes (que la encaran con diferente metodología y filosofía) es preciso que como Universidad que somos tomemos una postura, ya sea la de integrar las diferentes metodologías según distintas ofertas, o encarar un plan con una inclinación particular, pero siempre entendiendo desde qué lugar nos dirigimos al arte.
Otro problema que surge a la hora de cursar es: ¿cómo se articula Restauración con las Materias comunes a las otras Carreras del Departamento? Es necesario considerar un enfoque diferente para materias como Lenguaje Visual, de acuerdo a la mirada de la restauración.
Además, ¿es mejor tener conocimientos generales de diferentes materiales y técnicas o poder especificar en la materialidad y la orientación deseada para profundizar conocimientos? Esto hace al eje de cómo se plantea la carrera, según cómo se plantee la existencia de orientaciones: por materiales a trabajar, por instancia de trabajo del restaurador (ya sea preventiva, para recuperar, para identificar, etc).
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